miércoles, 19 de diciembre de 2012

VOLVER POR NAVIDAD

Cuando llegan estas fechas parecen imprescindibles los clásicos anuncios publicitarios en los medios de comunicación. Yo no los necesito para atacar ciertos productos porque soy una golosa irrecuperable. Pero no hay Navidad que se precie que no venga precedida de eso de "Vuelven por Navidad".

Este año tiene si acaso mayor sentido porque ahora no son sólo los turrones. Una pléyade de jóvenes rehacen sus maletucas para volver a casa. Y digo volver porque ellos no están en sus casas. Ellos, y cada día son más, con su título debajo del brazo,  la necesidad de empezar el futuro y el arrojo imprescindible para lanzarse a un entorno desconocido, han decidido dejar España. 

Sin duda viajar, conocer otros países, otras culturas, adquirir experiencia, aprender idiomas son absolutamente imprescindibles para una realidad como la nuestra con menos fronteras y más globalización. Las generaciones de jóvenes de hoy han crecido con esa mentalidad de pertenecer al mundo. Y eso es, no sólo algo bueno en sí mismo, sino que les ha ayudado a que dejar atrás su país, su familia y sus amigos no sea tan traumático.

Sin embargo esto no debe apartarnos del hecho de que la realidad no es sólo ésa. Todos los jóvenes, o al menos muchos de ellos, se van porque no hay alternativa. No tienen opción en un país que ha estado invirtiendo años y dinero en su formación. Una formación que ahora valoran y disfrutan otros países. 

Ya no son aquellos españoles que se iban en los 50's y 60's con sus manos dispuestas a hacerse un futuro. No. Ahora exportamos a los hijos en que las familias españolas hemos volcado nuestros esfuerzos y nuestras esperanzas. A los hijos que hemos preparado para que construyan el mañana desarrollando su cualificación. Y seguramente lo lograrán. Conseguirán ser grandes profesionales y se labrarán un futuro de éxito. Pero lejos.

Los tiempos han cambiado mucho, pero no deja de ser emigración. Inevitablemente tiene mucho de fracaso del proyecto colectivo como país. Esas generaciones debieran ser nuestros profesionales, directivos, líderes del futuro cercano. Deberían tomar el testigo del país y, sin embargo, muchos no estarán aquí. Inevitablemente tiene mucho de desarraigo familiar y social. No formarán parte de nuestro día a día, del paisaje de nuestras tierras y el calor de nuestras casas.

"Volveremos por Navidad", ¡es lo que hay!. Y entretanto, siempre nos quedará Skype. 


miércoles, 5 de diciembre de 2012

LOS AVIONES DE PARAYAS


El Gobierno acaba de anunciar que renueva los convenios con Ryanair y con Vueling. Es algo de lo que debemos alegrarnos todos. Es una bueno para los Cántabros, para el aeropuerto y sus trabajadores, para los empleos indirectos que se ven afectados (taxistas, comerciantes, hoteles, restaurantes, alquileres...).  ¡Por fin una buena noticia!.

Cuando en septiembre de 2004 la compañía Ryanair empezó a operar con vuelos internacionales y se amplió la oferta nacional con Air Nostrum, Iberia regional se consiguió que un aeropuerto como el de Parayas, antes infrautilizado, consiguiera el revulsivo que necesitaba para tener  y generar actividad, desarrollo, riqueza.

Cuando se inició esta legislatura ni el Sr. Diego ni el Sr. Arasti mencionaron nada de su proyecto sobre el aeropuerto. Su continuidad nos preocupaba; por eso el Grupo Regionalista planteó la cuestión en el pleno de septiembre de 2011 y nuevamente en octubre de este año. En la primera ocasión se puso en tela de juicio su rentabilidad, algo que nuestro grupo rebatió a través de un estudio de la universidad de Cantabria encargado por el anterior gobierno.

Sin embargo, en la segunda ocasión ya se anunciaba que la creciente actividad del aeropuerto suponía para la región un retorno próximo a los 70 millones de euros y una generación de empleo cercana al centenar de puestos de trabajo. A pesar de esto, en torno a la renovación de convenios  no recibimos ninguna respuesta concluyente.  ¿Por qué se  negaba la rentabilidad del desarrollo del aeropuerto?.?¿Por qué se negaba información a la oposición?.

Cuando Ryanair anunció que abría nuevas  rutas nacionales, a colgarse la medalla: “política de resultados extraordinarios”, dicen. Y cuando las quitan, como en los casos de Barcelona, Madrid, Gran Canaria o Lanzarote se desentienden:“son decisiones tomadas por una empresa privada”. ¿En qué quedamos?.  La realidad es que el convenio sólo contempla las rutas internacionales, no las nacionales. Y sobre las internacionales no ha habido incremento en este año y medio de Gobierno Popular. Antes al contrario, algunas se quedan en rutas de temporada y unas comienzan a cambio de la desaparición de otras, como Edimburgo por Pisa.

El inicio de operaciones de la compañía Vueling cubrió la ruta que une Santander con Barcelona que abandonó Air Nostrum. Nuestro grupo parlamentario solicitó la documentación referente a ese convenio anunciado públicamente por gobierno y compañía, sobre el  que no trascendieron detalles por “tener cláusula de confidencialidad”. Sin embargo la respuesta no pudo ser más sorprendente: “no existe convenio con Vueling”. Algo que de nuevo se desmiente con las nuevas noticias: “se renueva el convenio con Vueling por un año”. ¿Existe convenio o no?¿por qué en los medios de comunicación se habla de convenio y a los grupos políticos se nos contesta (de palabra y por escrito) que no existe?

La llegada de la compañía Volotea se produjo sin ninguna mediación del gobierno. El Gobierno intentó  beneficiarse políticamente de una decisión exclusivamente comercial de una compañía. Para nosotros lo importante  es que haya compañías que se interesen por operar en nuestro aeropuerto. El Gobierno habla de nuevas rutas cuando en realidad  tenemos las mismas operadas por distintas compañías. Para nosotros lo importante  es que los cántabros no perdamos opciones en  los destinos desde Parayas.  ¿Por qué el Gobierno habla de cuarta compañía si ya no opera en Parayas y no  hay ningún compromiso para que retome las operaciones?.

Nada de eso tendría mayor importancia. Salvo por lo que significa de manipulación de la realidad: se están falseando los datos; se está faltando al respeto al debate parlamentario; se está mintiendo a la oposición y, lo que es peor, se engaña a la opinión publica. Sorprende más si cabe viniendo como viene de un Gobierno que ha hecho de la transparencia su bandera.

Me inclino a pensar, después de año y medio de legislatura, que este Gobierno tiene una incapacidad crónica para reconocer los éxitos ajenos; tiene una obsesión patológica en convertir en fracaso todo lo realizado por otros. Esa maniquea actitud solo puede ser fruto de la propia incapacidad y de una total inseguridad.

Yo no quiero caer en esos errores. Por eso me alegro de que este gobierno haya renovado el Convenio con Ryanair. Es fundamental para el desarrollo de nuestro aeropuerto, como lo vió el anterior Gobierno, lo admitan o no.


lunes, 15 de octubre de 2012

DESMONTANDO MITOS: EL SACROSANTO CONTROL DEL DEFICIT


Hace más de un año que desde el Grupo Regionalista venimos denunciando que las directrices económicas que marcan desde el Gobierno de Cantabria y desde Madrid está provocando un sacrificio inútil.

Cuando todos los esfuerzos (y digo esfuerzos cuando muchos son dramas) se centran en cortar y recortar por todas partes en aras del sacrosanto principio de consolidación fiscal y hacerlo ya los resultados no pueden ser otros que los que vemos cada día: más paro, más eres en las empresas, más recesión, más pobreza.

¿Argumento para defender esta política?. No podemos gastar lo que no tenemos; no nos gusta lo que hacemos pero no queda otro remedio. Pues sí, sí hay remedio; pero para poner en marcha otras recetas hay que ser exigentes y reivindicativos; algo que no se está haciendo.

Los que ya tenemos una edad recordamos perfectamente el incumplimiento sistemático del control de déficit de Alemania y de Francia. Desde 1999 hasta 2008 tanto Alemania como Francia tuvieron déficits muy superiores al de España. Por aquel entonces el señor Aznar protestaba amargamente en Bruselas (sin éxito, por cierto) porque la UE miraba para otro lado. En ningún momento se planteó ni por asomo, imponer condiciones, exigir reformas, recortes o amenazar con señores de negro. Estos países siguieron financiando su deuda en intereses razonables. Nadie, ni el Banco Central Europeo, ni el Fondo Monetario Internacional, ni el Banco Mundial, ni las agencias de calificación pusieron en duda su capacidad como país o su estructura política (federal en el caso de Alemania) como algo insostenible.

En cambio ahora nuestro país está sufriendo una presión como nunca antes. Los intereses nos ahogan; la lucha contra el déficit ha impuesto unos recortes que han provocado una brutal caída de ingresos. La reducción de gastos no alcanza a los ingresos cada vez más mermados con lo cual el objetivo cada vez está más lejos. Nos estamos agotando en una agónica carrera y no alcanzamos a la liebre. Y ahí estamos en una espiral perversa e interminable.

¿Por qué España no recibe el mismo trato que aquél que se dispensó a las grandes potencias europeas?. Ah, señores, ahí está la pregunta del millón de dólares, de euros o de la divisa que toque.

Básicamente no es el déficit el problema; son los intereses que se pagan por la deuda y la estructura económica de uno y otros países lo que marca la diferencia. Y sobre eso no hay ninguna medida.

Ha habido voces que se han levantado contra este principio sagrado de austeridad a “marcha-martillo”. Que  han pedido medidas urgentes para el crecimiento y la actividad económica  que es la única vía para que no se pierdan empleos, ni ingresos y por tanto, para luchar contra el déficit de manera efectiva. Se llegó a un acuerdo cuatripartito entre Merkel, Monti, Holland y Rajoy para destinar 130.000 millones a ese fin. ¿Qué fue de ello?. Abandonado, relegado, olvidado como tantas otras decisiones de esta Unión Europea renqueante que se dilatan y demoran o sencillamente se aparcan “sine die”. Y nadie exige nada.

Los efectos devastadores en los ciudadanos  no parecen despertar las alarmas en los foros donde se toman las decisiones. Se persevera en unos ajustes que nos hunden sin remedio, nos devuelven a una situación de decenios atrás y dejan a los jóvenes sin futuro.

Toda esta situación está generando un estado de decepción, de desánimo, de frustración, de desconfianza que no sabemos cómo se resolverá. Los políticos, incapaces de dar solución a los problemas de los ciudadanos, convertidos en el tercer problema del país, tendremos que reflexionar, corregir y decidir con valentía todo lo que sea preciso, abandonando cualquier objetivo que no sea defender  los intereses de sus ciudadanos. El único que debe mover a los dirigentes de un país.

Evolución del déficit       Alemania                    España                                  Francia

Millones €
% PIB
Millones €
% PIB
Millones €
% PIB
2011
-25.800,00 €
-1,00%
-91.344,00 €
-8,50%
-103.074,00 €
-5,20%
2010
-105.860,00 €
-4,30%
-98.166,00 €
-9,30%
-136.513,00 €
-7,10%
2009
-72.910,00 €
-3,00%
-117.306,00 €
-11,10%
-143.834,00 €
-7,50%
2008
2.820,00 €
0,10%
-45.189,00 €
-4,20%
-64.677,00 €
-3,30%
2007
6.550,00 €
0,30%
20.066,00 €
1,90%
-51.433,00 €
-2,70%
2006
-36.830,00 €
-1,60%
19.847,00 €
2,00%
-41.066,00 €
-2,30%
2005
-73.950,00 €
-3,30%
8.759,00 €
1,00%
-50.368,00 €
-2,90%
2004
-83.520,00 €
-3,80%
-2.862,00 €
-0,30%
-59.576,00 €
-3,60%
2003
-87.220,00 €
-4,00%
-1.622,00 €
-0,20%
-65.390,00 €
-4,10%
2002
-78.320,00 €
-3,70%
-3.312,00 €
-0,50%
-48.700,00 €
-3,10%
2001
-59.610,00 €
-2,80%
-4.361,00 €
-0,60%
-23.172,00 €
-1,50%
2000
27.090,00 €
1,30%
-6.161,00 €
-1,00%
-21.020,00 €
-1,50%
1999
-29.300,00 €
-1,50%
-8.254,00 €
-1,40%
-24.142,00 €
-1,80%
1998
-42.431,50 €
-2,20%
-17.268,20 €
-3,20%
-34.237,60 €
-2,60%

Fuente: www.datosmacro,com con datos del Banco Central Europeo

lunes, 1 de octubre de 2012

DIA INTERNACIONAL DEL MAYOR

Dicen los psicólogos que los niños que crecen en contacto con los abuelos son más felices. No sé que tendrá de científico ese dato, pero me tengo por un buen ejemplo de ello. Permanece muy vivo en mi recuerdo las caras y las enseñanzas de mis abuelos. 

Mi abuela fue la primera en saber de mi primer amor; ella me preparaba la salsa de tomate que le robaba mientras me miraba de reojo como si no viera nada; ella me contaba las historias de sus hermanos emigrados a Cuba mientras releía su última carta; ella siempre tenía una frase aprendida de la sabiduría popular lista para mostrarme el camino. Cada día estaba conmigo. presente siempre, incluso ahora. ¡Cuánto aprendí de aquella mujer sencilla, que vivió como pudo el tiempo difícil que le tocó vivir!. 

Mi abuelo era la vitalidad, el entusiasmo por aprender, el optimismo. Hasta el final quiso vivir la vida con intensidad, sin renunciar a ser protagonista de su tiempo, de todo el tiempo, de principio a fin. Sabía más que nadie de nuestra tierra, de sus gentes, de sus rincones, de los pájaros que vuelan nuestro cielo y los árboles que enraízan en nuestra tierra. ¡Cuánto me queda aún para acercarme a lo que en él parecía tan natural saber!.

Hoy las calles están llenas de abuelos. Por suerte cada día su vida es más larga y plena. Auque hay quien tiembla pensando en lo que cuesta su salud y su economía. Pero ¿cuánto vale su sabiduría?¿cuánto vale su apoyo?. Son los cuidadores más amorosos de sus nietos; y en muchos casos, , en los últimos tiempos se han convertido en el sostén de sus hijos sin trabajo. ¿Qué sería de muchas familias sin ellos?. 

Pensando en ésto aún es más triste contemplar la situación actual. Habíamos conseguido garantizar su atención y bienestar cuando ya no se valen por sí mismos: dignidad en su última etapa vital. Se lo merecían hacía mucho tiempo; se lo debíamos hacía mucho tiempo.

Hoy eso está en riesgo. Y es un riesgo que no podemos ni debemos correr.





lunes, 13 de agosto de 2012

La España de las regiones

Aquello de una mentira mil veces repetida se acaba convirtiendo en verdad es una famosa frase  de Goebbels que se ha transformado en un axioma.
En los últimos años hemos sido testigos de muchos ejemplos. El ultimo, o al menos el más repetido últimamente y como casi todos, poco inocente: "las autonomías son las causantes de la deuda de España". Y decir eso es condenarlas a ser vistas como la ruina del pais. Sin embargo esta muy lejos de ser verdad.


Veamos. Datos del banco de España:  

Deuda publica española total en el primer trimestre de 2012:  72,1% del PIB
Deuda de la administración central:  55,2 %
Deuda de las autonomías:  13,5 %
Deuda de los ayuntamientos:  3,4 %

Esto evidencia a las claras que lo que se esta diciendo sencillamente no es verdad. La mitad de la deuda publica española la aporta la administración central; y eso a pesar de que las competencias de mayor gasto (sanidad, educacion y servicios sociales)  están en manos de las CCAA.  Además es a las regiones a quienes se pide mayor sacrificio:  mientras  la Comisión europea ha flexibilizado las exigencias de deficit a España elevándolo al 6,3 % para este año 2012, el Ministerio de  Hacienda no ha sido tan generoso con las CCAA manteniendo el limite para éstas en el 1,5%.  Motivo por el que algunas de ellas,  incluídas algunas del PP, han mostrado su desacuerdo con la decisión del ministerio. No así Cantabria que ha aceptado sin rechistar la decisión unilateral del Sr. Montoro.

En definitiva: la administración central por si sola es la causante de más de la mitad de la deuda española y además se reserva para ella la flexibilidad que ha concedido Europa.  Por tanto aquí no tiene cabida culpar a las CCAA de arruinar el país.

Entonces ¿a que se debe este ataque sistemático y frontal contra las regiones? Se quiere convertir en una verdad a base del repetirlo por razones ideológicas, meramente políticas.  Ahora se está aprovechando la difícil coyuntura del país por aquellos que nunca fueron proclives a la descentralización porque  consideraban  que la España de las regiones destruía la cohesión del país. Algo que, como lo anterior, es igualmente falso.  Antes al contrario, el sentimiento autonomista no ha dañado el valor de pertenencia a España. En todos estos años el nacionalismo de regiones como Cataluña, Pais Vasco y en cierta medida Galicia sigue siendo el mismo de la época pre-autonomista. Y se ha demostrado que en la mayoría del territorio español conviven sin conflicto ambos sentimientos. 

Todo esto no es óbice para que se deba reflexionar sobre  la estructura del Estado. En tiempos de bonanza importaba menos que algunas competencias las ejercieran solapadamente por ayuntamientos, diputaciones y gobiernos regional y nacional. En estos momentos de estrechez económica es imprescindible racionalizar al máximo de forma que se optimicen los recursos con el menor perjuicio para los servicios prestados al ciudadano.  Deberíamos poner en duda la utilidad de algunas administraciones como las diputaciones, por ejemplo, cuyas funciones pueden ser absorbidas por los gobiernos regionales.  O coordinar los servicios de algunos pequeños ayuntamientos a través de mancomunidades.  Deberíamos estudiar detenidamente la unificación de la cartera de servicios de todos los ciudadanos, independientemente de donde residan. Y también reconsiderar la pervivencia de estructuras del Estado (con directores, secretarios, funcionarios y edificios) vacías de contenido por carecer de competencias. Pero en ningún caso poner en tela de juicio la bondad de un Estado de las Regiones que ha tenido un protagonismo indudable en el bienestar del país.

En conclusión, no nos dejemos engañar con falsas aseveraciones. No permitamos que se justifiquen ajustes y recortes allí donde reside el bienestar de los ciudadanos (las CCAA) mientras se mantiene una estructura ineficaz y superflua en el Estado.  Sólo por poner un ejemplo:  el elevadísimo número de cambios en embajadas (embajadores, consejeros y agregados) supone un gasto que dobla el coste de prorrogar la ayuda de los 400 euros.  De forma que deberemos ser muy críticos con quienes hacen acusaciones falsas e interesadas y defender lo que tanto nos ha costado conseguir.

viernes, 13 de julio de 2012

ESPECIALIDAD, ECONOMIA


Maestra, especialidad, Economía. Médico, especialidad, Economía. Fontanero, especialidad, Economía. Panadera, especialidad, Economía. Pensionista, especialidad, Economía.

Todos nos estamos convirtiendo en especialistas en economía, aunque sea para decir que nada es lo que parece ni se puede entender. ¿Quién no está hoy en día pendiente de la prima de riesgo país, del interés de los bonos a diez años o del balance de las cuentas de los bancos?. Pero no estoy segura de que sea saludable. Cuando estas cuestiones no formaban parte de nuestro día a día ni siquiera muchos de nosotros sabíamos de su existencia vivíamos en una ignorancia feliz. No había  “puntos básicos” que afectaran a nuestro bolsillo ni nos obligaran a vivir en un continuo susto. ¡Ay, qué tiempos aquellos!.

Sin duda alguna los convulsos tiempos que estamos viviendo exigirán un estudio detenido por parte de economistas, sociólogos e historiadores. Y cuando lo veamos con suficiente distancia seguramente las conclusiones sean algo diferentes de las que podemos extraer hoy, metidos de lleno en el ojo del huracán.

Pero en principio hay cosas que no se dicen con claridad y otras que dicen no están tan claras. No es sólo un juego de palabras.

Revisando los números fríos y objetivos podemos concluir varias cosas:

·        La crisis se mostró evidente a partir de 2007: los ingresos, que no habían dejado de crecer desde 1985 cayeron drásticamente a partir de ese año con un leve repunte en 2010.
·        Esa caída de ingresos se debió básicamente al pinchazo de la burbuja inmobiliaria que hasta entonces había llenado las arcas de ayuntamientos, gobiernos regionales y Estado; y había sido la locomotora de empresas relacionadas con la construcción (cocinas, baños, cerámicas, puertas, muebles, transporte...). Los bancos concedía créditos a promotores, empresas y particulares sin ninguna traba.
·        La caída de la producción de esas empresas y de la construcción abrió el grifo de los despidos y del paro. Por tanto también se redujeron los ingresos por impuestos (IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades) y se incrementaron las cargas sociales por desempleo.
·        Esa caída de ingresos no se correspondió en el tiempo con una reducción de los gastos que no empezaron a controlarse efectivamente hasta 2009. Como consecuencia, comenzaron  a crecer el déficit y la deuda.
·        Esa deuda estaba en manos fundamentalmente extranjera (57% de la deuda de la administración central).
·        La evolución negativa de los indicadores económicos de España dañó la imagen y la confianza en el país. Por tanto comenzaron a subir los intereses por adquisición de deuda española en la emisión y en los mercados secundarios.
·        España partía de unos porcentajes de deuda/PIB (lo que se debe respecto a la riqueza que se genera) menores que Europa: España cerró 2011 con un 68%; Alemania un 81%, Reino Unido un 85%. Pero en cambio pagamos unos intereses mucho más altos.
·        La recesión se ha instalado en el país: aunque reducimos los gastos, los ingresos siguen bajando y los intereses cada vez se llevan mayor tajada. Por consiguiente el déficit (ingresos frente a gastos por año) ha aumentado.

A todo eso hay que unir, cómo no, la situación de los bancos que llegados a esta situación se cargaron de viviendas, solares, promociones enteras con un valor muy por debajo de los créditos concedidos. ¿La solución?. Manipular los datos y los balances que ha tenido por resultado los agujeros, más bien boquetes que hoy tenemos que pagar todos.

Este es, “grosso modo”, de andar por casa, un análisis de la situación. Pero la cuestión nuclear del asunto es cómo salir de este círculo vicioso.

Todos los esfuerzos – y son muchos, casi insoportables- no parecen dar resultados ni a corto ni a medio plazo. La austeridad como receta puede ser necesaria pero sin duda no suficiente. Porque España necesita de forma inaplazable crear empleo; y no se crea empleo hasta que se crece al menos al 2%. Hoy por hoy crecer no está en el horizonte. La inversión pública no existe (la lucha con el déficit la ha aniquilado) y la inversión privada es imposible por la falta de confianza y de crédito.

En tal situación creo que alguien, ya no sé si en Madrid, en Bruselas, en Francfort, en Berlín o en la misma Marte debiera pensar que si estamos vinculados por Europa en el euro lo estamos para lo bueno y para lo malo. Y que ir a peor en un país como España tampoco puede ser bueno para el resto de socios. Alguien en algún lugar del orbe debe pensar que no es razonable que para crear empleo deba destruirse; que para fomentar el consumo se deje a la gente sin recursos; que para tener capacidad de pago se genere cada día menos riqueza.

Igual es que yo no soy especialista en economía. Pero todo esto visto a la altura de la calle merece al menos una repensada. Antes de que sea demasiado tarde.

sábado, 12 de mayo de 2012

INCERTIDUMBRE ES LA PALABRA

Si hay algo que caracteriza el tiempo que vivimos es la "incertidumbre". Nada es cierto, nada es seguro,  nada tenemos garantizado. Parece que eso esta en la esencia misma del ser humano. Nadie, rico o pobre, blanco o negro, joven o viejo, sabe si seguirá viviendo mañana o dentro de cinco minutos. Pero esa es una incertidumbre individual y natural que tenemos interiorizada desde que el hombre es hombre. Vivimos con ella. Pero también desde que el hombre es hombre todo su esfuerzo ha ido encaminado a vivir mejor; a asegurarse el sustento, la comida, el avance, el progreso, el bienestar olvidando esa inseguridad.

Ahora vivimos una incertidumbre colectiva. Desde hace un tiempo todo ha dado la vuelta como en la ráfaga de un huracán. Los funcionarios cobran menos y trabajan más. De una semana a otra pasamos a pagar más por la energía, la gasolina, las basuras... pagamos más por el consumo  después de retenernos más por nuestra renta.  Incertidumbre colectiva. 

Desde hace tiempo hemos dejado de ser un país con un sistema sanitario envidiable: desconocemos cuánto más tendremos que pagar por lo que ya  hemos pagado; si podrán atendernos cómo y cuánto necesitamos porque son menos para atender....La enseñanza ha dejado de ser la niña bonita. Volvemos a épocas pasadas en las que solo había tiempo para el que sabe, el que entiende, el que puede. Y  los pensionistas....¡Ay, los jubilados! Adiós a las recetas rojas, y se reparten residentes  como cartas de una baraja para hacer caja con el solar.  Incertidumbre colectiva. 

Desde hace un tiempo no somos de fiar. No podemos pedir porque no nos dan. Y el coste de lo que nos dieron engorda al ritmo de algunos bolsillos ávidos de más y más. Ya nada es igual. Todo ha cambiado de la noche a la mañana sin darnos tiempo a modificar el ritmo de la respiración. Lo que hoy parece impensable mañana es una realidad a la que tenemos que adaptarnos a toda velocidad.  Y entre tanto las cifras del paro siguen creciendo imparables, dramáticas entre los jóvenes sin ninguna esperanza. Incertidumbre colectiva. 

¿Que necesitamos? . Necesitamos levantarnos porque estamos en cuclillas. Necesitamos oxigeno porque hemos perdido el aliento ante un esfuerzo cada vez mayor. Necesitamos alguien que nos diga lo que debemos y podemos hacer y no lo que no supimos hacer. Necesitamos que se reparta la culpa en la justa proporción. Y en la justa proporción el daño.  Necesitamos alguien con energía, que no se esconda; con convicción que no se doblegue; con sabiduría, que no vacile; con seguridad, que no fantasee; con valor, que no se excuse; con sensibilidad que comprenda; con tolerancia que no imponga.... ¿alguien enérgico, seguro, valiente, sensible, justo está dándonos aire para respirar, impulso para levantarnos?. Incertidumbre colectiva.

Necesitamos un milagro.  Pero entre tanta  incertidumbre me queda una certeza.  Los milagros existen si sabemos lo que queremos y luchamos sin desánimo.

jueves, 8 de marzo de 2012

EL ANDAR DE LOS CANGREJOS





Hace apenas unas semanas el Secretario General de Caritas España daba a conocer las cifras de la pobreza en nuestro país. En torno al 22 % de la población española vive hoy por debajo del umbral de la pobreza. Un dato demoledor que nos pone ante una situación dramática. Son más de un millón de personas, con sus nombres y apellidos que tienen serias dificultades para subsistir.

Pero lo que convierte a este dato en más injusto es otra cifra situada en el lado opuesto: la venta de productos y servicios de lujo que ha crecido en un porcentaje muy parecido al anterior, el 20% .

La pobreza compartida no es menos pobreza, sin duda. Pero es más llamativo si cabe que se produzcan esos dos hechos tan divergentes al mismo tiempo. En el mismo país, el mismo año están conviviendo dos mundos cada día más dispares.

No hace más tres años vivíamos en una euforía de bienestar general donde el Estado nos garantizaba cualquier necesidad; la economía crecía boyante y nuestro país se había convertido en un paraíso con el que soñaban los abandonados del mundo y al que llegaban para convertir en realidad su futuro. Mientras los nacionales no dábamos un paso ni movíamos un dedo si no nos resultaba suficientemente rentable mientras disfrutábamos del consumismo más voraz. Era algo parecido a una inconsciencia colectiva .

Pero entonces cayó Lehmans Brothers; estalló la burbuja inmobiliaria; lo que gastaba e invertía la administración se convirtió en un derroche insostenible; llegó la deuda, el déficit, la mano de hierro de Merkel, de los mercados prestamistas inflexibles y.... ¡todo se acabó!.

En realidad dicen que nada se crea ni se destruye, sólo se transforma. Pero la transformación ha cambiado demasiadas cosas para mal. Para mal de la mayoría. Esa masa de caras indefinidas que ha perdido su trabajo, ha perdido su vivienda y ha perdido su esperanza. Y eso ocurre ante los ojos indiferentes de los que tienen pensiones desorbitadas, roban el dinero público, trafican con influencias y especulan sin conciencia buscando oro sin moverse del sillón.

No podemos ver todo esto sin darnos cuenta de que es una revolución. pero no de masas. Las masas están paralizadas por el shock, por la incredulidad y por el pánico. Es la revolución de la levadura. Una pizca que antes infló la burbuja y ahora infla los intereses de la deuda soberana, maneja, quita y pone gobiernos.

Hemos pasado del aburguesamiento del proletariado a la proletarización de la burguesía. La clase media se ha diluído como un azucarillo en el café y ahora sólo puede pensar en sobrevivir mientras se pregunta cómo se ha podido llegar a ésto; quién lo empezó todo; cómo se reparte la culpa y sobre todo cuándo terminará la pesadilla.

Lo peor es que el eco de todas esas preguntas viaja de pared en pared sin respuestas y acaso si alguien las conoce está arriba en los pisos altos de un rascacielos ajeno a todo. La inmovilidad y la resignación han ganado la batalla......¿por el momento?